La facturación electrónica es un documento de naturaleza digital que soporta transacciones de venta, esta ha nacido como una estrategia del Estado para garantizar un mayor control fiscal y evitar fraudes haciendo uso de las nuevas tecnologías. Del mismo modo, esta nueva forma de facturar implica un beneficio económico para las empresas que se acojan a ella ya que, a diferencia de la facturación tradicional, no hace uso del papel ni precisa del correo físico, lo cual se traduce en una disminución notablemente de los costos de la operación y, por tanto, los costos operativos de la empresa.
Según un estudio del Centro Interamericano de Administraciones Tributaria CIAT (2015-2016) el costo actual del ciclo de una factura es de US $0,88, esto quiere decir COP $2.650, en comparación el costo Inicial de la Facturación Electrónica (o sea, mientras se pone en marcha el sistema) de US$0,28, lo que es igual a COP $840, mientras el costo de la Facturación Electrónica, una vez sea masificada, podría bajar incluso a los US$0,18, es decir COP $540.
Si hacemos cuentas el CIAT nos indica que tu ahorro puede llegar a ser de COP $2.110 por factura, lo cual implica un descuento superior al 79%. Por ejemplo, si en un mes tu empresa procesa 200 facturas tendríamos que:
| Método | 1 Mes | 1 Año | 2 Años |
| Facturación Tradicional | $530.000 | $6’360.000 | 12’720.000* |
| Facturación Electrónica Costo Inicial | $168.000 | $2’016.000 (en caso de que en este punto aun no funcione de forma masificada) | A partir del 10 de enero del 2019 es de obligatoriedad, por tanto se podría decir que las empresas no llegarían a este punto sin que esté masificada. |
| Facturación Electrónica Masificada | $108.000 | $1’296.000 | $2’592.000 |
*Este valor sin contar con las sanciones por no cumplir con el plazo dado en el marco normativo, entendiendo que se le impondrán a quienes están obligados a aplicarla.
Adicional a la obvia ventaja de costos que tiene, también deberías considerar los beneficios contables y fiscales, además de la reducción de costos por recursos humanos, ya que la persona encargada de la facturación podrá dedicar su tiempo a otras labores más productivas y menos operativas, siendo esta una ganancia laboral adicional.
Para concluir recuerda que existen unos requisitos técnicos para poner en funcionamiento esta nueva facturación en tu empresa, pero estos no suelen ser exigencias desbordadas, pues el Estado tuvo en cuenta para el marco normativo hacer tangible la ley antitrámites (Ley 962 de 2005).
